A pesar de que las facturas electrónicas en México ya llevan algunos años entre nosotros, no es sino hasta los últimos meses en que se ha puesto mucha más atención en ellas, debido a las nuevas disposiciones que el SAT constamente ha estado comunicando, y es que, al hablar de facturas electrónicas, en realidad nos referimos a los diferentes tipos de Comprobantes Fiscales Digitales permitidos por ley en México, entre los que están facturas, recibos de honorarios, recibos de arrendamiento, recibos de donaciones, carta porte, notas de crédito y notas de débito.
En fin, seguramente ya te has enterado de que a partir del 1 de enero de 2011, todo emprendedor, empresa o proveedor que expida facturas por montos mayores a $2,000 pesos, tendrá que hacerlo a través de un comprobante fiscal digital (CFD), que es un mecanismo alternativo de comprobación de ingresos, egresos y propiedad de mercancías en traslado por medios electrónicos que utiliza tecnología digital en su generación, procesamiento, transmisión y almacenamiento de datos 100% digital. Esta disposición fue establecida por el Congreso, a finales del 2008, a través de La Miscelánea Fiscal, la cual debe ser acatada por todas las personas morales y físicas que tengan actividad empresarial.
La factura electrónica ofrece varias ventajas y beneficios; por ejemplo, garantiza la integridad y autenticidad de los documentos expedidos, facilita el cotejo de información contable, simplifica la generación de comprobantes fiscales. Además, es ecológica, pues se eliminan las impresiones en papel y permite el ahorro de costos en el proceso.
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